Espectacular y lleno de diversidad, el Parque Nacional Nahuel Huapi es un escenario inagotable de paseos y actividades. Desde la ciudad de San Carlos de Bariloche parten múltiples expediciones para vivir a pleno la belleza natural de la Patagonia andina, ya sea para contemplar panoramas increíbles desde la cima de los cerros, disfrutar una jornada de deportes de nieve o pasear tranquilamente a orillas del lago. Prepárate para descubrir nuevas dimensiones del ecoturismo y la aventura a través de diversas excursiones en Bariloche.

Excursiones terrestres imperdibles en Bariloche

Muchos son los caminos y recorridos disponibles para conocer los espectaculares paisajes barilochenses. Si cuentas con vehículo propio o alquilado, podrás transitar los circuitos emblemáticos con total comodidad y seguridad, aprovechando la excelente señalización de todas las rutas que parten de la ciudad. Las mismas opciones cuentan a la hora de tomar el autobús colectivo, que sale del centro y llega a los sitios turísticos emblemáticos a un costo más que accesible. Otra conocida alternativa es consultar a las agencias y operadores locales por excursiones guiadas.

El llamado “Circuito Chico” es uno de los recorridos obligados para conocer lo más representativo de Bariloche. Consiste en un trayecto por el Ejido Municipal, enmarcado por el Parque Nahuel Huapi, y por el Parque Municipal Llao Llao, con sus exuberantes bosques húmedos.

De duración más prolongada, el “Circuito Grande” toma la Ruta Nacional 237 cruzando varios arroyos y ríos hasta bordear el Río Limay, que separa a las provincias de Río Negro y Neuquén. En esta senda se recorre Rincón Chico, el Anfiteatro de Rincón Grande, el Valle Encantado, Confluencia, la sinuosa Ruta Nacional 65 entre valles y sierras, el Lago Traful, Quintupuray, el Lago Correntoso, Ruca Malen, el Lago Espejo y el cruce de Villa La Angostura.


Las excursiones a los cerros son clásicas entre los turistas. En breves trayectos es posible conocer el Cerro Otto y su emblemática Confitería Giratoria; el Cerro Tronador recorriendo el margen del Lago Gutiérrez y Mascardi; y el majestuoso Cerro Catedral con su excepcional centro de esquí.

Si deseas ir más lejos, puedes optar por la excursión que llega a San Martín de los Andes a través de los Parques Nahuel Huapi y Lanín, en un trayecto de 350 kilómetros. Villa la Angostura es también una localidad que vale la pena visitar si te encuentras en Bariloche, ya que se encuentra a solo 20 kilómetros. El Bolsón, pequeño poblado agrícola al sur de Bariloche emplazado entre valles y lagos, es un destino perfecto para una excursión otoñal.

Excursiones lacustres

La inmensidad de los lagos que rodean Bariloche es un paisaje ideal para paseos náuticos. La Isla Victoria, la más grande del Nahuel Huapi, es uno de los sitios más bonitos del Parque en tanto guarda la última reserva autóctona de arrayanes. Esta excursión parte de Puerto Pañuelo en Llao Llao, al igual que la visita a Puerto Blest y el Lago Frías navegando el Brazo Blest.

Otra impresionante excursión es el Cruce de Lagos entre Argentina y Chile, donde a lo largo de uno o dos días enteros de navegación se aprecian las maravillas naturales de la frontera patagónica. 

Turismo aventura en Bariloche

Los turistas de carácter intrépido tienen innumerables propuestas de aventura en el entorno natural de Bariloche. En invierno, además del tradicional esquí, es altamente recomendable el trekking de nieve, caminando con raquetas sobre los bosques y laderas nevados. Por otra parte, el canopy invita al vértigo sobrevolando los paisajes de Bariloche a través de sistemas de cuerdas y arneses. El circuito se extiende a lo largo de 1500 metros desde la ladera del Cerro López.

Las excursiones en 4×4 por la Patagonia prometen jornadas audaces, tanto en excursiones guiadas como en caso de contar con vehículo particular. Durante las épocas cálidas, la adrenalina tiene su propuesta en las excursiones de rafting, consistente en descender los ríos rápidos entre los relieves de la cordillera. Los espíritus más tranquilos pueden optar por cabalgatas grupales por cerros y lagos o salir en un safari fotográfico avistando las aves que llegan al Parque Nahuel Huapi durante la primavera.