Si viajas a Bariloche, el primer regalo que tus amigos te pedirán es el chocolate. Símbolo absoluto de la gastronomía local, el chocolate barilochense se distingue como uno de los más refinados del mundo, con una larga historia de tradición y evolución que conjuga las antiguas recetas europeas con las innovaciones únicas desarrolladas en la ciudad.

Desde que en 1947 la familia Fenoglio, maestros chocolateros de Italia, instalaran la primera fábrica de chocolate en San Carlos de Bariloche, este dulce se ha impuesto como uno de los productos típicos de la región gracias a la energía que ofrece en los climas helados de la montaña y a las deliciosas variantes que ha adoptado. Son muchas las chocolaterías que  han abierto sus puertas desde entonces ofreciendo a los visitantes los más deliciosos recuerdos de su visita a la ciudad.

Imposible quedarse en Bariloche sin dejarse tentar por las diversas chocolaterías de la ciudad. Cada una ofrece su original gama de elaboraciones artesanales, que incluyen toda clase de chocolates (en rama, bombones, con frutos secos…) y otras exquisitas dulzuras patagónicas.

Los templos del chocolate en Bariloche

Benroth

Con una producción a baja escala puramente artesanal, Benroth se define como “chocolate gourmet”, ofreciendo innovadoras elaboraciones con las más finas materias primas. La variedad de sus productos abarca tabletas, chocolates rellenos con y sin licor, chocolates con frutas secas, bombones, bocaditos, turrones y alfajores. Benroth tiene dos puntos de ventas en Bariloche: la fábrica en Beschtedt 569 y el local en Mitre 150.

Mamuschka

La tradicional muñeca rusa es la imagen identitaria de esta importante chocolatería, cuyo local esquinero entre las calles Mitre y Rolando es todo un emblema de los paseos por la ciudad. En esta pintoresca tienda puedes encontrar inimaginables creaciones a partir del chocolate: almendras rellenas, mousse con el típico dulce de leche, licores de crema, cerisette con licor de guindas… También se ofrecen otros productos dulces como los dátiles acaramelados, el mousse de limón y el mazapán casero con amaretto. Bombones en caja o lata (incluyendo cajitas artesanales personalizadas), golosinas infantiles, tabletas, turrones y el inigualable chocolate en rama completan la vasta propuesta de Mamuschka.

Del Turista

Directamente de los Alpes llegan las tradiciones chocolateras de Del Turista, de la mano de su maestro nacido en el Tirol italiano, Benito Cecco. Lo que en sus inicios fue una pequeña empresa familiar es hoy la de las fábricas de chocolate más grande de Bariloche, con una enorme planta de producción donde se elaboran nada menos que cuatro toneladas de chocolate, destinado en parte a la exportación.

En total, son más de 200 las variedades ofrecidas en las tiendas de Del Truista, todas elaboradas en su totalidad dentro de la fábrica, incluyendo la cobertura. Entre estos productos son ya clásicos el chocolate en rama, las trufas, los bombones, la fondue y el chocolate en taza, que puedes encontrar en las tiendas de Av. San Martín 252 y Mitre 239. Hay también módulos comerciales en numerosas ciudades del país.

 Rapa Nui

Más que una chocolatería, Rapa Nui es una gran confitería donde degustar todo tipo de delicias típicas, con un espacio para sentarse a disfrutarlas. El local se encuentra en Mitre 202 y presenta una irresistible exhibición de chocolates clásicos y novedosos, así como postres, helados y hasta productos artesanales salados. Varias décadas de tradición familiar en el arte confitero aseguran localidad de los chocolates Rapa Nui y todas sus elaboraciones.

Frantom  

Frantom se distingue por utilizar materias primas naturales de primera calidad sin agregados químicos ni margarina. En su fábrica de la Av. Costanera y Panozzi se puede observar en vivo la fabricación de las diversas clases de chocolates, además de adquirir exquisitos productos. Frantom también posee un imperdible local en la calle Mitre 183.

Fenoglio

Fenoglio tiene la distinción de ser la primera chocolatería de Bariloche, fundadora de esta mítica tradición. Sus productos de exquisita calidad se orientan a todos los sentidos y pueden encontrarse en cuatro puntos de venta en Bariloche: el Local 31 del shopping Las Terrazas, el Local 11 del Complejo Plaza Amancay (ambos abiertos solo en temporada), la tienda de Mitre 76 y el gran establecimiento de Avenida Bustillo km 1200, donde también se emplaza el didáctico Museo del Chocolate, un aporte de Fenoglio a la difusión de la historia internacional y local de este dulce.

Tante Frida

Aunque abrió en 1995, la tradición de Tante Frida se remonta a un siglo atrás, con la llegada de los inmigrantes suizos a la llamada Colonia Suiza. Allí se gestó una cultura del chocolate llena de delicadas mixturas, la cual llega hoy al local instalado en Mitre 660. Frutas bañadas, chocolates diet para diabéticos y acompañamientos de avellanas, cremas y otras delicias son algunos de los productos que puedes encontrar en Tante Frida, además de una amplia confitería donde beber un chocolate o capuchino junto a la mejor repostería.

Abuela Goye

Los encantadores locales temáticos de Abuela Goye envuelven a los visitantes con los aromas del chocolate en rama, las tabletas y las golosinas rellenas de frutas. También se venden postres, tortas, mermeladas, alfajores, licores y helados de producción artesanal, todo según las recetas de las familias fundadoras de la Colonia Suiza. Los hermanos Goye fueron, de hecho, los primeros habitantes del lugar. La fusión entre la tradición europea y patagónica es el sello distintivo de la empresa. Las tiendas de Abuela Goye en Bariloche son cuatro: Mitre 258, Quaglia 219, Av. Bustillo km 15,5 y Cerro Catedral.