Considerado el destino turístico invernal más importante de Sudamérica, no es difícil concluir que el invierno es la estación más concurrida de Bariloche. Entre junio y principios de setiembre se extiende la temporada alta en la ciudad: la nieve cubre los cerros, los centros de esquí se colman de turistas y los paisajes de montaña adquieren esa magia inconfundible que solo el invierno les puede dar. Pero Bariloche también puede disfrutarse en otras estaciones. Dependiendo de los paseos y actividades que desees realizar, descubre cuándo viajar a Bariloche según las características de cada temporada.

La temporada alta de Bariloche

Sin lugar a dudas, las vacaciones de julio (conocidas como “vacaciones de invierno”) son el pico más alto del turismo de temporada, ya que se realizan las tradicionales excursiones de estudiantes y quinceañeros de toda la región. El turismo adolescente encuentra en esta época del año el mejor momento para disfrutar de Bariloche compartiendo la experiencia con jóvenes de diferentes lugares. Las familias argentinas y de los países vecinos también aprovechan las vacaciones escolares para visitar Bariloche y practicar deportes de nieve. El Centro de Esquí del Cerro Catedral, el mayor del continente, es el foco del turismo invernal.

Durante el invierno también es posible participar de importantes celebraciones como la Fiesta Nacional de la Nieve o la Fiesta de las Colectividades. Quienes prefieren una estadía más tranquila, pueden optar por los meses de junio, agosto o setiembre, también aptos para el esquí pero menos desbordados de turistas jóvenes.

Temporadas bajas  en Bariloche

Aunque la temporada invernal atrae a miles de turistas por la posibilidad de disfrutar los deportes de nieve, durante el resto del año Bariloche ofrece excursiones imperdibles. Si lo que deseas es recorrer los paisajes lacustres, conectarte con la naturaleza en todo su verdor y realizar deportes aventura, las estaciones cálidas son la temporada ideal para visitar Bariloche.

La primavera es la estación favorita de los amantes de la pesca deportiva, ya que se habilitan gran cantidad de puntos para esta actividad. Además, al ser considerada temporada baja, la tranquilidad es mucho mayor que en los agitados meses de invierno. Claro que si lo que buscas es serenidad, la estación con menor afluencia es el otoño, dada la cantidad de lluvias que se registran en esos meses. No obstante, San Carlos de Bariloche tiene gran variedad de atracciones culturales e históricas que no requieren de un clima perfecto para cautivar a los turistas.

El verano, con sus temperaturas cálidas y sus días predominantemente soleados, revelan la otra faceta de Bariloche: sus playas. Las costas de los lagos se vuelven el sitio elegido por muchos turistas para refrescarse en una tarde de calor, realizar deportes acuáticos o pescar. Playa Bonita y Villa Tacul son los principales balnearios de Bariloche, sitios de visita obligada durante la temporada estival. Por si fuera poco, aún en verano, por el descenso de temperatura en las noches, las cimas de los cerros permanecen nevadas, confiriendo al paisaje su sello indiscutible.